Será porque pienso en tu dolor, en tu miedo, en tu resignación. 

Porque no sé si duermes, si sueñas, si te queda ilusión o te quedan ganas que, desde que supe que te ibas a 

marchar, sólo he podido llorarte de coraje, de dolor, de rabia y rezar por tu vida que se apaga y pedir que no 

pierdas la esperanza. 

Ni tú, ni yo. 

Pero he decidido hacer algo más: 

Arañar los días. 

Escarbar hasta encontrar agua. 

Coserme la boca si me quejo.

Dejar la calma y la templanza para viejos. 

No parar. 

Para mis heridas, sal. 

Estrujar el día que se acaba.  

Pellizcarme el cuerpo. 

Sentir lo bueno que es lo bueno. 

Brindar todas las veces que hagan falta.

Bendecir cada tostada con jamón por las mañanas.

Hacer un esfuerzo. 

No aburrirme jamás.

Te lo prometo. 

Voy a coger cada avión que quede suelto. 

Voy a salir más de un millón de noches seguidas. 

Me voy de estreno. De gira. 

Voy a gastármelo todo.

Voy a sacar pecho, a dejarme las tripas.

A arrancarme el miedo.

 A roncar a pierna suelta.

A desafinar en cada esquina. 

Voy a quitarle el hierro a todo. A correr tupidos velos, a mejorar mi perspectiva.

Voy a dar. 

A perdonar lo que más escuece.

A escuchar a los demás, aunque lleve tanto tiempo. 

A quererlos más. 

A abrazar hasta hacerme daño en las costillas.

 Y voy a hacerlo todo en la más estricta intensidad. 

Por el aire que respiras, 

voy a soplar todas mis velas. 

Voy a perder la vergüenza. 

Y lo voy a hacer por ti, que ya tiempo no te queda. 

Y por todos los que se fueron, porque ningún momento es bueno para dejar de vivir. 

Y lo voy a hacer por mí, a ver si me entero: que estamos de paso, que nuestro tiempo es prestado, 

que esto dura un rato. 

Y en esta tremenda sacudida, voy a beber de tu fuerza una vez más. 

Voy a sentirme imparable. 

Voy a exprimir este momento. 

Y achicharrarme. 

Y a escribir, por si se me olvida, lo que me has enseñado. 

Y a rezarlo cada noche: 

que para volver a empezar nunca es tarde. 

que para vivir no hay edad, 

que siempre eres joven, siempre es temprano. 

que los días son contados, que son un regalo. 

y ya te queden 5 minutos o 50 años, tienes la vida entera por delante, solo estás empezando.