En Fran Cisneros todo tiene sentido.
No es casualidad que naciera en una Sierra, porque allí se respira mejor, uno se inspira, pasa el tiempo y todo cuenta, ni que su infancia transcurriera en plena naturaleza del río a la alberca corriendo feliz y descalzo por el campo, entre higueras, pisando la tierra, o que fuera el hijo de Juan el veterinario y de Gloria maestra de escuela, de los que aprendió el respeto a los demás, el trabajo y el esfuerzo, sus macetas.