En Junio un regalo: el verano.
Junio o las Jacarandas que cambian el color de las ciudades y lo ponen todo perdido de morado.
Y aunque es un poco tarde para dejar de comer tocino de cielo y matarse a jengibre, machacarse en el gimnasio como si no hubiera un mañana o pegarse descargas eléctricas a ver cómo levantas nalgas… siempre nos queda el moreno, que nos pone tan buena cara.
Ahora toca enrollarte en un pareo y tirarte en una playa.
Y no tener más horizonte que leer una tonelada de revistas de moda atrasadas, los libros que compraste y jamás abriste, escribir, olvidar tu reloj, olvidar tu móvil y dar paseos de dos horas.
Borrarte la cara de prisa y entregarte a los polvos solares con pigmentos dorados que coleccionas verano tras verano y protectores que huelen a coco; lo que me lleva a pensar dónde andarán las toallas y los sombreros de paja después de una mudanza…
Por fin los pies al aire, las chanclas y las uñas de color naranja.
Junio para arrancar la colcha de tu cama.
Junio de terrazas.
Junio de velas encendidas.
Junio de jazmín y dama de noche.
De jornada intensiva, de fin del cole, junio de graduaciones.
Junio de siesta y caracoles.
En junio buganvillas.
Junio para perderse en la frontera de Vejer, en el viento de Tarifa.
Junio para sentir como se siente en Ibiza.
Junio para ser madre otra vez y celebrar el milagro de la vida.
En junio la revolución de tu cara que hasta ahora me escondías.
Junio para tenerte en nuestros brazos los días y sus noches infinitas.
Hoy es tu cumpleaños, la vida pasa,
y así te estoy amando,
en junio, descalza.
junio 22, 2018
Eres una crack escribiendo!❤️